Recientemente escuchamos sobre las dificultades que muchos están sufriendo para salir de Afganistán. Muchos temen por sus vidas y las de sus familias, porque en el pasado trabajaron como traductores para tropas de países Occidentales que batallaron contra los extremistas islámicos en la zona. Sin embargo a la prensa no le interesa aclarar que estas personas no eran traductores sino intérpretes. En lugar darles el nombre correcto, decidieron colectivamente que les llamarían traductores porque explicar la diferencia probablemente no les ayudaría a vender las noticias trágicas que compartieron en sus redes.
Dudo mucho que mis clientes entiendan el significado de la palabra “intérprete” tanto en inglés como en español.
Hola, soy la intérprete inglés-español que solicitaron.
Oh, usted es la traductora, la estábamos esperando.
Este tiende a ser el diálogo típico que tiene cualquier intérprete cuando llega a una cita. Puede ser que para nuestros clientes la idea de cambiar palabras de un lenguaje a otro sea una traducción, sin importar otras condiciones involucradas en el proceso.
Sin embargo hay muchas diferencias sutiles entre una traducción y una interpretación, más allá de la obvia separación entre el lenguaje oral y escrito. Mi trabajo cambia muchísimo dependiendo de qué tarea esté llevando a cabo.
Como traductora, intento reproducir el contenido de un documento en otro lenguage, pero antes de traducir, debo leerlo y observar su estilo, voz, tono y contenido. También tengo que investigar el tema de dicho document y encontrar términos equivalentes, crear un glosario para guiarme y mantener veracidad y continuidad en la traducción. Producir la traducción final, requiere mezclar todos estos elementos del texto original evitando perder el caracter y estilo del autor.
Cuando estoy trabajando como intérprete es poco probable que repita exactamente las mismas palabras que mi cliente ha dicho en otro idioma, a menos que se trate de interpretar durante una conferencia donde haya tenido accesso al material que se presentará antes de la sesión misma. Esto sin embargo no debería ser motivo de pánico: un intérprete profesional no cambiará el significado o sentido del mensaje del cliente. Esto mismo explica por qué una persona bilingüe no se puede convertir en intérprete de la noche a la mañana. Al hablar dos idiomas fluidamente, se puede encontrar la correspondencia entre lenguages para mensajes simples, pero un intérprete con entrenamiento profesional debe hacer mucho más; debe ser capaz de mantener la precisión y exactitud del mensaje original de manera que no solamente las palabras son equivalentes sino que también se mezclan de manera correcta todos los otros elementos sutiles de la comunicación oral que afectarán la conversación subsecuente.
Debido a la velocidad con la que nos comunicamos verbalmente, las características culturales, el lenguaje corporal y otras fuentes de información que se deben tener en cuenta, el intérprete siempre hace mucho más que simplemente traducir palabras. Todos estos elementos no solamente interfieren sino que le dan una forma específica y única al mensaje. El intérprete hace mucho más que simplemente traducir las palabras que otra persona dice.
Por supuesto, esto no implica que los traductores tengan un trabajo más fácil. Google Translate continúa ofreciendonos ejemplos muy graciosos de por qué los traductores e intérpretes humanos no seremos reemplazados por máquinas traductoras en un futuro cercano. Le damos la bienvenida a los defensores de la inteligencia artificial para que sigan intentando y refinando sus algoritmos para traducir traducciones. El hecho de que el lenguaje evolucione y cambie continuamente implica que habrá otras consideraciones y aspectos de la inteligencia artificial que deberán desarrollarse mucho antes de que las máquinas nos dejen sin trabajo.
Esta semana la ONU celebrará el Dia Internacional de la Traducción en homenaje a los profesionales del lenguage que aunque son frecuentemente ignorados, son quienes tienen la responsabilidad de forjar conexiones entre culturas, países y pueblos gracias a su capacidad para transmitir mensajes en diferentes lenguas. Solo queda esperar que la diferencia entre intérpretes y traductores ayude a enfocar la atención del mundo en el trabajo de estos profesionales y su importancia en el proceso de encontrar acuerdos comunes.